Exámenes, ¿los mejores de todos? Los que al profesor no le da tiempo ha hacerlo en todo el trimestre y lo da en dos días, y si pudiera, los primero quince minutos de la clase y hacer el examen en esa misma hora. Me rio fuertemente de estos profesores, es decir, si tardáis dos años como mínimo para corregir un examen de matemáticas que nada más que tiene una respuesta posible por pregunta, y es más, como se supone que lo sabéis y no tenéis que estudiar el examen que nos habéis puesto,¿por qué creen que vamos a tardar menos nosotros? Yo creo que los profesores se creen que somos una especie de edad moderna que lo hace todo… más quisiéramos nosotros.

Y aun no he llegado a lo interesante. Matemáticas, mi profesor (que se cree guay, o por lo menos eso pienso yo) se le ha ocurrido la brillantísima no, la super-mega-ultra-peaso-gran-inteligente idea de poner en el último trimestre e un profesor de practicas, vale, que los exámenes están hay al lado, pero ellos por estar hay y explicar ya están repasando. ¡NOSOTROS NO! Nosotros tenemos que descifrar lo que intenta explicar en la pizarra, el pobrecito mio, pero después los cates nos lo llevamos nosotros, ¿O no? A si que, le mando un aviso a esos es******s profesores que, piensen antes de mandar nada, haber si es físicamente posible y todas esas cosas ínfimas, y sobretodo, si no le causa ganas de cortarse las venas al alumnado (diferente es que nos deis nota por vuestros errores), y aunque os toquéis los bowlins todo el año y en el tercer trimestre queríais meter todo de una ,y encima mal,no metáis presión, hombre, es una regla que hay que respetar, porque si estoy en cuarto, imagínate en primero de bachiller, me arranco los pelos uno a uno y lloro en una esquina.

Pero también he de decir que hay muchos otros profesores que te ayudan a pasar el marrón, y no me refiero a profes del instituto, sino tus padres o tu suegra que te puede ayudar perfectamente, y otras personas que te enseñas en tu vida y sirve para saber afrontar a esos profesores g*********s que tanto odiamos.

UN beso enorme, y ¡concentraos!